Picture
Por un mundo sin estrés
Fundada hace 30 años, “El arte de vivir” se dedica a elaborar programas y cursos para eliminar el stress en toda la sociedad, así como también se crean iniciativas de servicio para el bien común. El testimonio de una mujer que se sumó como tantos otros a realizar un curso y hoy forma parte de los millones de voluntarios de esta ONG.

Fue creada por Sri Sri Ravi Shankar en el año 1981. En su sitio web oficial, la Fundación se define como una ONG humanitaria, educativa y sin fines de lucro. Ofrece cursos y programas para eliminar el estrés a través de técnicas de respiración, meditación y yoga. Estos programas han ayudado a millones a superar la tensión, la depresión y las tendencias violentas.

Está afiliada a  CONGO (Conferencia de ONGs en estado consultor con la ECOSOC de las Naciones Unidas), Ginebra y Nueva York, al Comité de Salud Mental y al Comité de Envejecimiento de las Naciones Unidas, Nueva York y a la Alianza Internacional contra la Hambruna, entre otras.

Su sede central se encuentra en Bangalore, India. Globalmente, la organización opera como la Fundación Internacional El Arte de Vivir, que comenzó en 1989 en los Estados Unidos y Alemania. Desde entonces, cientos de centros locales fueron establecidos alrededor del mundo. A nuestro país, arribó  hace 13 años y cuenta con 14 centros permanentes, 50 mil alumnos y 300 instructores. Uno de ellos, es Gisela Perticone, instructora y voluntaria desde hace tres años. “Llegue a la fundación o la fundación fue quien llego a mí. Quería reencontrarme espiritualmente. Antes, practicaba algo de yoga, meditación y en esa búsqueda, me llegó un mail de una amiga, vi la página web de El Arte de Vivir y me anoté para hacer el curso una semana después”, confiesa Gisela y agrega que llego de casualidad a hacer su primer curso: “Yo no sabía lo que era la fundación, no tenía idea de que se trataba el curso ni quien era Sri Sri Ravi Shankar”.

Arte de Vivir cursos

“Cuando tomé el Parte 1, me pareció muy lindo. Lo disfrute muchísimo, desde el primer día hasta el último. Y desde un primer momento, cuando vi a mi instructor dije: ¡Que lindo sería poder ser instructora!”. Lo veía como algo tan lejano, tan difícil. Pero no me lo podía quedar para mí, yo quería hacer eso. Desde el primer día, quería ser parte de esto. Empezaba a colaborar, a hacer servicio, a ayudar a las sedes en lo que se necesitaba. Y así, sin darme cuenta, en tres meses había hecho varios cursos, había leído un montón y luego termine en India. Ahí estuve haciendo el instructorado”, cuenta Gisela.

El “Parte 1” es uno de los cursos iniciales para adultos, a partir de los 18 años. Luego hay otros orientados a niños (Art Excel), adolescentes (Yes) y jóvenes universitarios (Yes+). También se organizan programas destinados a lugares de extrema pobreza (RAS) y para personas que se encuentran en la cárcel.

El fundador

Sri Sri Ravi Shankar nació en el sur de la India en 1956. Es guía espiritual desde los 26 años. El término Sri Sri que antecede su nombre significa “maestro de maestros”. Sus seguidores lo llaman Guruji. “Es un ser de mucha luz y tiene tiempo para todos. Así como te puede responder algo muy simple, también está constantemente atendiendo llamados telefónicos de presidentes y resolviendo conflictos bélicos. Es maravilloso porque además es muy natural y divertido, parece un nene. Tuve el honor de conocerlo a los tres meses de haber terminado mi primer curso. Fue en India, cuando fui a tomar un curso de meditación de seis días que dicto él”, afirma Perticone.


Colaborar tan lejos

Gisela vive en el barrio porteño de Belgrano. Pero, desde hace dos años, colabora y dicta cursos en Ciudad Evita, en el oeste del Conurbano. “Cuando salí del instructorado, tome un compromiso con Guruji: trabajar en una zona donde no hubiese una sede y fue ahí donde tome el compromiso de hacer crecer El Arte de Vivir en Ciudad Evita”, confiesa.

Por otro lado, Perticone trabaja desde hace varios años en marketing. Primero, trabajó  bajo relación de dependencia y hace tres años, se pudo independizar. “Eso me da la flexibilidad que hoy necesito para poder dedicarle mucho tiempo a la fundación”, asegura y agrega, que sin las practicas respiratorias “hubiese sido más complicado cortar esos nueve años de relación de dependencia y dar ese salto al vacío que da miedo”.

Gran crecimiento

Los cursos y programas del Arte de Vivir tuvieron un crecimiento significativo en todo el mundo, sobre todo en nuestro país. Las razones y motivos, según la instructora-voluntaria es que  “Argentina tiene la mayor cantidad de gente que hace  terapia psicológica en el mundo. Eso denota una búsqueda de la gente por estar mejor”. Además, agrega que el beneficio de las prácticas respiratorias “se la han llevado más de 30 millones de personas.
Con estas técnicas para eliminar el estrés, contribuye a una sociedad menos violenta. Si estás sin estrés, sos más feliz, temes mas energía y va a ver menos enfrentamientos, menos robos”.

La cuestión monetaria

La Fundación El Arte de Vivir, se define como una ONG sin fines de lucro. Sin embargo, por lo general se tiene que abonar $450 por los cursos introductorios. Gisela Perticone aclara que los cursos, una vez abonados, se pueden repetir todas las veces que uno quiera en cualquier parte del mundo. “La gente que no puede acceder a pagar este curso, también lo puede hacer”, sostiene. “Con lo recaudado, gracias a los aranceles, se cubren gastos como el alquiler de los salones donde se hacen los cursos y se abona la luz, por ejemplo. También, se junta plata para que los instructores puedan trasladarse a las cárceles y a lugares carenciados”, concluye.





Leave a Reply.